lunes, 19 de septiembre de 2011

El aire huele a promesa


El aire huele a promesa,
a retama y a romero,
por el camino que sube
hasta la Virgen del Brezo.

Huele a buenas intenciones,
a fe y arrepentimiento,
a ruegos, a veces a súplicas,
y sentimientos sinceros.


A quien respira este aroma
se le va llenando el pecho
de un nuevo estado de gracia
que en el alma halla su centro


Es difícil de explicar,
hay que sentirlo, no verlo.
hay que venir, hay que estar
junto a la Virgen del Brezo.


Cofrades y peregrinos,
paisanos y forasteros,
que aquí han llegado ya saben
lo que hay detrás de estos versos:

Humildad ante el milagro,
nada más, tan sólo eso:
humildad ante el milagro,
nunca fue ningún secreto.

J.C.S. - 2011

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